jueves, 27 de septiembre de 2018

Credo Órfico.
Del maestro de los encantamientos;
para los poseedores de los cultos Poéticos.
:Título.

Creo en el Parnaso
como la patria simbólica de los poetas,
Creo en la interpretación del ser humano,
de su cuerpo y alma,
un alma indestructible
que sobrevive y recibe premios o castigos;
para unos el cuerpo
es el verdadero yo del hombre,
para otros el alma lo esencial,
El cuerpo es un habitáculo para el alma,
hasta lograr reintegrarse en el ámbito divino.

Cielo, Inframundo, Mares y Océanos
os ruego encarecidamente:
Laurel y lira en elocuencia y belleza de la épica;
Trompeta y libro abierto de nuestra Historia
evocando la epopeya
de generosos actos y triunfos;
Rosas y cítara de la manifestación amatoria;
Musicales flores las flautas interpreten;
Ingenio e imaginación la tragedia cercasen;
Lienzo en blanco
mis sagrados actos inscribieran ;
Bucólico placer con dones de abundancia
en colectivas guirnaldas de expresiones
corpóreas y abstractas;
Ciencias exactas de poesía didáctica
en lo astronómico de su esencia.
permitiendome ser el compás
vislumbrando la distancia.

Creo en el Caos del mito
del espacio que se abre,
hendidura de la caverna de mi alma,
Progenitor de la tierra  y del profundo abismo
en la mazmorra de sufrimiento,
en la prisión de los que abusan
del agua, de la sabiduría,
de las manadas, del fuego astral,
de la raza humana, del tiempo,
del oro, de la memoria,
de la luna, del buen consejo
y del valor intrínseco.
Arrastrándome a las oscuras nieblas
por los cielos de la noche.

¡Oh conjúrote!
“en el resquicio entre la abundancia y la pobreza”
para esparcir el día brillante y luminoso,

¡Oh conjúrote!
Cielo, Inframundo, Mares y Océanos
para conocer el destino del alma,
para averiguar el mito del sagrado saber,
para percibir la causa de la gran tristeza.

Y Quizá comprender
lo Penoso,
lo lamentable o
lo ridículo.
de la vida humana,
percatandome de lo que condena el alma;
pues matan atrayendo
con brillantes juguetes a una trampa.
Si… matan, descuartizan, cocen,
devoran o disuelven;
¡castigólos, fulminandolos!;

Albricias, sólo el corazón quedó a salvo,
suplico resucitóles.
mezclando las cenizas
de los abrasados con la tierra
surgiendo así los poetas,
que albergan en su interior
la conciencia histórica
de la culpa y la virtud,
No más sangre derramad en la vida;
pues al final de la existencia,
los hechos dictados por el alma
liberada del cuerpo,
transmigrará de unos a otros
conforme a la sabiduría
alcanzada en la existencia.
Al iniciarnos, oh poetas!
adquirimos una guía del saber.
Un apodo nos identifica
¡presente con amistoso saludo estoy!,
apunto las instrucciones
para entender los horrores
a fin de enfrentarlos,
de verlos,
de volverlos conscientes,
en la facultad de reconocer la realidad;
y luego aprehender
por el horror y la conmiseración;
¡solo el alma de los muertos
bebe en el río del Olvido!,
escanciemos nuestras copas
con la memoria histórica,
desplegando una conciencia crítica
para  proclamar:
¡yo soy mis textos
en versos de símbolos y contraseñas!.
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Marco Teórico de Referencia:
para la invención de este credo órfico.
https://es.wikipedia.org/wiki/Teogon%C3%ADa#Cuerpo_del_poema_(v._116_-_1018)
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Soñé

 Soñé, siempre, el nunca, pero alguna vez. una vez. Pasó. Te espero, Todavía. Pacientemente. PonchoPochenko.